Hacienda los Molinos de Maestre

Dos Hermanas, Sevilla, Andalucía.

Datación de la obra: Siglos XIV – XVII.

Solicitante: Almudena Maestre Domecq.

Motivo del galardón:

Por la restauración cuidadosa y progresiva, realizada por su propietaria, de la Hacienda de Olivar, construida entre los siglos XIV y XVII, y ejemplo de conservación de un monumento que ha permanecido desde su fundación en manos privadas.

La finca ha permanecido en las manos de la misma familia, desde su fundación en el siglo XVII por Diego Maestre Aernoust, nacido Jacobo Meester en la ciudad flamenca de Brujas.

Los Molinos de Maestre es una hacienda olivarera de 96 hectáreas a las afueras de Dos Hermanas, a escasos 12 kilómetros de Sevilla. Se trata de uno de los mejores ejemplos existentes de hacienda de estas características, al haberse conservado íntegramente. En este sentido, se puede afirmar que atesora un valor histórico, arquitectónico, y como ejemplo de un particular tipo de explotación agrícola e industrial.

La finca ha permanecido en las manos de la misma familia, desde su fundación en el siglo XVII por Diego Maestre Aernoust, nacido Jacobo Meester en la ciudad flamenca de Brujas. Esta familia de la burguesía flamenca se había establecido en Sevilla y Dos Hermanas, atraída por el esplendor económico de la ciudad y su monopolio sobre el boyante comercio americano. Desposado con María Felices de Medina, Diego Maestre se establece definitivamente en Andalucía y compra la propiedad de la Torremochuela, origen de la finca actual. Su arquitectura es el arquetipo de hacienda olivarera de Sevilla, a pesar de todas las ampliaciones realizadas durante siglos, a la sombra de la Torre Mochuela, una atalaya de la época de dominación musulmana, de la que no existen apenas referencias históricas. El edificio presenta una planta alargada con una superficie de 3000 metros cuadrados, distribuidos en torno a dos grandes patios con sus respectivos pórticos de entrada. El primero de ellos era de uso privado del señor, mientras que el segundo estaba destinado a las labores del campo, y se rodeaba de estancias para el trabajo agrícola. El pórtico noble, datado en 1724, es de estilo barroco y aparece decorado con pinturas al fresco y una representación cerámica de la Asunción de la Virgen, que dan fe de la riqueza de la finca. Los trabajos de restauración, costeados exclusivamente por su propietaria, se desarrollaron entre 2000 y 2008 y consistieron en el saneamiento general de muros y techos, la habilitación de la antigua parte noble como vivienda de la propietaria, y la rehabilitación de los dos patios, y la almazara y torre mudéjares.

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