Restauración de la Fuente de los Leones de la Alhambra

Granada, Granada, Andalucía.

Datación de la obra: Siglo XIII.

Solicitante: María del Mar Villafranca Jiménez.

Motivo del galardón:

El premio reconoce la compleja restauración de este emblemático monumento, a través de un complicado proceso que no estuvo exento de grandes dificultades. El Jurado ha valorado la calidad de las investigaciones realizadas y la metodología seguida, así como el acceso del público al Patio.

La restauración de los leones y de la fuente – en el corazón del más importante palacio Nazarí- , así como la renovación del complicado sistema de suministro de agua, ha supuesto un auténtico reto en materia de conservación.

El nombre con el que se reconoce universalmente a este palacio de la Alhambra se debe a la fuente de mármol situada en el centro del patio, una taza dodecagonal que simula descansar sobre el dorso de las figuras de doce leones. Esta fuente centra funcional y simbólicamente todo el programa estético del Palacio, siguiendo un imaginario eje poético que lo atraviesa de norte a sur, integrando agua y jardín con arquitectura. La fuente tuvo un ingenioso sistema hidráulico que le permitía mantener en la pila un nivel constante de agua. Los leones, dispuestos de espaldas a la pila, son surtidores que expulsan por sus bocas el agua, en una actitud simbólica de valor y generosidad. Todos simulan estado de alerta, colas plegadas, orejas enhiestas, mandíbula apretada, actitud serena pero en alerta a la orden de su señor el Sultán. Aparentemente iguales, su restauración ha puesto de manifiesto multitud de rasgos que los singularizan individualmente. Las vetas naturales de la piedra resaltan las formas redondeadas del león y en el modelado de su figura contrastan diferentes pelajes, fauces con dentaduras afiladas y pliegues muy marcados, hocicos prominentes, ojos almendrados; detalles delicados como el vello de las extremidades o la singularidad de cada falange. La restauración de la fuente era un proyecto a gran escala ejecutado en varias etapas, comenzando con el estudio del microclima del patio y continuando con el león número 4 en 2002. El trabajo continuó entre 2007 y 2010 con la restauración de los once leones restantes y la taza de la fuente.

La etapa final se alcanzó con la pavimentación del patio de mármol blanco Macael en 2012. Los objetivos eran garantizar la autenticidad histórica volviendo al pavimento original para mejorar, además, el acceso y disfrute público de este espacio mágico.

Todo ello ha conducido a la instalación de un sistema de reciclaje de agua limpia en circuito cerrado para tratar de forma integral las aguas, y posibilitar la elevación ligera de la temperatura cuando la fuente esté en activo en los días con riesgo de congelación. El sistema se completa durante el invierno con el vaciado parcial de las tuberías al terminar la jornada. Todos estos trabajos, de alta complejidad técnica, han devuelto al corazón del primer palacio nazarí su belleza original.

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