Restauración de la Torre Bofilla

Datación de la obra: Sigo XIII.

Solicitante: Roberto Valle González.

Motivo del galardón:

Por los estudios preliminares e investigación, excavaciones arqueológicas y valorización de la Torre Bofilla, uno de los más antiguos edificios que permanece en pie de la Comunidad Valenciana, así como de los restos arqueológicos situados en su entorno.

La torre Bofilla se encuentra en un entorno prácticamente inalterado desde el siglo XV, rasgo singularísimo que acentúa el valor de su restauración.

El conjunto formado por la Torre Bofilla y el sitio arqueológico se sitúa a las afueras de la localidad valenciana de Bétera. Se trata de una torre vigía erigida a principios del siglo XIII, durante la Reconquista. Forma parte del conjunto de torres defensivas de los alrededores de Valencia, todas ellas sobre promontorios junto a la red principal de caminos. Según la investigación arqueológica, tanto la torre como la villa permanecieron en uso hasta el siglo XV y el paisaje circundante se ha mantenido prácticamente inalterado hasta la actualidad, rasgos poco comunes que dotan al conjunto de gran singularidad. La torre es un edificio construido en tapia real con forma troncopiramidal, de 6.15 metros de lado en la base, reduciéndose a 5.20 metros en la coronación. Su altura total es de aproximadamente 18 metros, lo que se traduce en 21 módulos de tapia. En su interior contaba con tres forjados de madera y paso de guardia, comunicados por escaleras de mano, nada de lo cual ha llegado a nuestros días.

El proyecto de restauración ha tratado de recuperar el esplendor original del conjunto, no sólo desde un punto de vista de detención del deterioro, sino también de visibilidad del monumento. Así, el trabajo ha consistido en un estudio previo, investigación, campaña arqueológica, restauración y puesta en valor del conjunto. Todo ello ha permitido conocer más en profundidad la historia y formas de construcción empleadas originalmente. Los muros se han limpiado mediante cepillado manual, recuperando, allí donde era posible, las trazas de las bandas decorativas originales de las fachadas. Se han rellenado las lagunas con materiales semejantes y compatibles con el original, tratando los rellenos de forma que fueran identificables pero integrados en el conjunto. La gran grieta de la fachada de acceso se ha rellenado y unido a la fábrica original para asegurar la estabilidad de la torre. Se han introducido nuevos forjados de madera en el lugar de los originales pero con diseño contemporáneo, forjados que contribuyen también a la estabilidad de la construcción y hacen el interior visitable.

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