Pont Trencat

Sant Celoni y Santa María de Palautordera, Barcelona, Cataluña.
Premio/Medalla en la categoría de Conservación / Conservación y adaptación a nuevos usos en el año 2006.

Solicitante: Xavier Font.

Motivo del galardón:

Por el perfil elegante de los antiguos arcos del puente sobre el río Tordera, brillantemente incorporados en los nuevos arcos de acero, gracias a los esfuerzos altruistas de un movimiento de base.

  • © Xavier Font
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Dos asociaciones vecinales de sendos pueblos separados por un río consiguieron que el Pont Trencat, un viejo puente destruido hace más de doscientos años, recuperara su funcionalidad y uniera sus municipios.

Durante la Guerra de Independencia el Pont Trencat sobre el río Tordera sufrió la destrucción del principal de sus arcos. A lo largo de casi doscientos años nadie se interesó en repararlo hasta que, en 1996, un grupo de ciudadanos de los dos pueblos que une el puente, Sant Celoni y Santa Maria de Palautordera, decidieron buscar financiación para hacerlo. Tres años más tarde se pusieron en marcha los estudios previos a su restauración y se encontraron restos del arco desaparecido y parte del antiguo pavimento en las dos márgenes del río. Aunque se había supuesto siempre el origen romano del puente, al estar situado sobre el trazado de lo que fue la Vía Augusta, no se encontró ningún indicio de ello. La primera referencia es de 1453, lo que constataría su origen gótico.

El equipo de arquitectos se enfrentó a la cuestión de cómo intervenir en el puente. Después de considerar una reconstrucción y una consolidación no funcional, se optó por una restauración que recuperase su función de paso, pero que presentase un contraste con el preexistente, utilizando técnicas y materiales contemporáneos. Así que se decidió la construcción de la parte ausente con un tablero de sección en cajón de acero de 3.50 metros de anchura, sobre un arco de 25 metros de luz, también en acero. Se consideró el acero por su capacidad de congeniar con la vieja y noble piedra de granito con la que están hechos los restos existentes. Con la restauración llevada a cabo, el puente ha recuperado su función, pero de alguna manera no ha dejado de estar trencat, que significa en lengua catalana, roto.

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