Murallas olvidadas de Vitoria-Gasteiz

Vitoria-Gasteiz, Álava, País Vasco.

Datación de la obra: Siglo XI.

Solicitante: Gonzalo Arroita Berenguer. Agencia para la Revitalización Integral de la Ciudad Histórica de Vitoria-Gasteiz, S.A. (ARICH S.A), Plan E del gobierno de España.

Motivo del galardón:

Por el planteamiento ejemplar de la recuperación de las “murallas olvidadas”, en el corazón del centro histórico de Vitoria-Gasteiz, en la fase inicial de un proyecto de gran envergadura urbana, que devuelve a esta ciudad no sólo el conjunto de las murallas que ceñían su casco histórico inicial, sino los espacios aledaños a esas murallas, que se abren al disfrute público y completan la teoría de espacios verdes que caracteriza a esta ciudad.

Los vitorianos han vivido durante siglos al lado de más trescientos metros de paño de murallas olvidadas que, después de diez años de intervención, han sido recuperadas para el disfrute de la ciudadanía.

Se habla de las murallas olvidadas de Vitoria-Gasteiz porque durante siglos los vitorianos no han tenido conciencia de la existencia de este importante patrimonio. La capital autonómica conservaba, sin saberlo, más de un tercio de kilómetro de lienzos de la muralla prefundacional del siglo XI, de hasta diez metros de altura, ocultos en solares traseros y patios degradados. Hasta 2006, los ciudadanos sólo conocían cuarenta metros lineales, fruto de una restauración historicista de los años cincuenta.

El objetivo del proyecto es la resignificación de más de 300 metros lineales de muralla, mediante la recuperación de 7200 metros cuadrados de espacios libres en pleno centro del casco histórico. De esta manera, se genera un SIV o Sistema Interior Verde, que concatena jardines y plazas de cuidado diseño paisajístico con espacios de relación y dinamización sociocultural. El proyecto está articulado con un lenguaje y un discurso expográfico coherente y didáctico, que permite al ciudadano recuperar la memoria histórica de las murallas olvidadas, y también la integración social del barrio mediante la identificación colectiva con aquellos bienes del legado común. Las obras se han llevado a cabo con un escrupuloso respeto al patrimonio construido existente, que ha sido consolidado, y con especial rigor en la elección de soluciones técnicas y materiales compatibles. Así, por ejemplo, tras una década de investigación se ha conocido el antiguo volumen de la fortificación. En su reintegración se han empleado estructuras ligeras y texturas que, con el tiempo, han adquirido un color y aspecto muy similar a la mampostería que completan, aun cuando se hayan construido en madera de cedro rojo.

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